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Insight

Otra ocasión perdida

11/03/2019

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Fieldfisher España

Debo reconocer que los acontecimientos de las últimas semanas, especialmente aquellos relacionados con el conflicto entre el sector del taxi y los VTC, y la lamentable forma en que los mediocres dirigentes que tenemos han pretendido solucionarlo, me ha generado un cierto sentimiento de frustración...

al tiempo que me han hecho reflexionar sobre la ya tradicional falta de iniciativa del empresariado catalán, al que siempre, aunque muchas veces pretendan vendernos lo contrario, le ha gustado el inmovilismo.

Quizás será cosa del seny catalán, pero está claro que, como empresarios, tenemos aversión a los cambios y a todo lo que signifique evolución. Sé que esta reflexión puede sorprender, pero solo hay que mirar nuestra historia empresarial desde la revolución industrial. Al principio de la misma, ¿cuál era la mayor obsesión de la burguesía industrial?, el proteccionismo, pidiendo la implantación de aranceles para evitar que llegasen productos, especialmente textiles, de economías más competitivas.

Posteriormente, en tiempos de Franco, de nuevo vivían felices en un mercado autárquico en el que no había competencia, lo que les permitía obtener grandes beneficios sin ningún esfuerzo competitivo y, así, cuando la economía española se abrió, gran número de estos industriales auto contemplativos, se fueron al traste.

Después llegó el pujolismo, con su obsesión por mantener estructuras gremiales en el comercio propias de la edad media, poniendo todas las trabas posibles a la expansión de las grandes superficies y a la libertad de horarios comerciales creyendo que, con ello, defendía a los pequeños comerciantes cuando, en realidad, lo que hizo al proteger su statu quo fue impedir que se pudieran preparar para el verdadero tsunami que estaba por llegar, el comercio online. De nuevo, contra el consumidor.

Ahora toca el sector del taxi y los VTC y, de nuevo, en lugar de afrontar los retos con valentía y buscar un escenario donde puedan convivir los taxis y los VTC pensando en el futuro y en cuál es la tendencia a nivel mundial, de nuevo se han posicionado con el inmovilismo, en una nueva batalla que el sector del taxi ve como una victoria sin ser consciente que al final, inevitablemente, perderá la guerra. Con lo fácil que hubiera sido mirar hacia otras ciudades y ver cómo han resuelto el tema, incluyendo aquellas en las que los taxis se han incorporado a Uber y a otras plataformas para encontrar una solución que diese cabida a todos.

Mirando con perspectiva las actitudes de resistencia al cambio que se han producido en la economía catalana a lo largo del tiempo, podemos observar que se ha tratado en todos los casos de victorias pírricas en las que, después de ganar una batalla, los inmovilistas han perdido la guerra. Para aquellos que no estén duchos en historia, es bueno recordar quién fue Pirro, rey de Epiro en el siglo III A.C, se enfrentó con gran éxito a los ejércitos romanos a los que venció en numerosas batallas, hasta que perdió la última y con ella, la guerra.

Pues bien, de nuevo nos encontramos ante una nueva victoria pírrica ya que el progreso no se detiene mediante un decreto de la Generalitat que, tarde o temprano, los tribunales españoles o los europeos, van a resolver que es contrario a la competencia y la Generalitat se verá obligada a pagar los consiguientes daños y perjuicios y, como bien saben, esto significa que seremos todos con nuestros impuestos los que, una vez más, pagaremos la incompetencia de nuestros gobernantes.

Esperemos que algún día finalmente tengamos el gobierno que nos merecemos y cuando tenga que afrontar un problema lo haga pensando en el interés de los ciudadanos.

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